Ponte en situación: estás viendo la televisión con tu hijo y, de repente, notas una manchita en uno de sus dientes. No se queja de dolor, sigue comiendo normal y no parece molestarle. Entonces piensas: «Debe ser algo sin importancia, esperemos a ver qué pasa».

Pero lo que no sabes es que esa pequeña mancha puede ser el inicio de una caries. Y cuando el niño sienta dolor… ya será un poco tarde!

Las caries en los niños no duelen al principio. De hecho, pueden pasar semanas o incluso meses antes de que den señales de alarma. Durante todo ese tiempo, las bacterias están trabajando, debilitando el diente poco a poco hasta que alcanzan el nervio.

Y ahí sí… empieza el problema! El niño puede presentar:

❌ Dolor intenso, especialmente al comer cosas frías o dulces.
❌ Inflamación en la encía.
❌ Dificultad para masticar.

❌ Los dientes comienzan a tener pequeñas fisuras (huequitos) 

❌ Pérdida del esmalte 

¿Por qué esperar hasta que duela?

Muchos papás creen que, como los dientes de leche se van a caer, no hay que preocuparse demasiado. Pero la realidad es que los dientes temporales son fundamentales para el desarrollo del niño. Si una caries avanza demasiado, puede afectar:

✔️ La masticación y digestión.
✔️ La pronunciación y el desarrollo del habla.
✔️ La posición de los dientes permanentes.

Además, un diente con caries avanzada puede requerir tratamientos más invasivos, como extracciones o endodoncias infantiles (tratamientos para salvar el diente).

La mejor solución: prevenir y actuar a tiempo

Para evitar sorpresas dolorosas, es clave llevar a los niños a Dentilandia antes de que aparezca el dolor. Así, el odontopediatra puede detectar problemas a tiempo y evitar que una pequeña caries se convierta en un gran dolor de cabeza.

¿Qué puedes hacer desde casa?

Cepillar los dientes de tu hijo al menos dos veces al día con crema dental con flúor.
Evitar los dulces y bebidas azucaradas en exceso.
Estar atento a cualquier cambio en los dientes: manchas blancas, amarillas o marrones.
Visitar Dentilandia cada seis meses, “aunque todo parezca estar bien”.

Las caries no avisan con dolor desde el inicio, y cuando lo hacen, el problema ya es grande. 

No esperes a que tu hijo se queje para llevarlo a Dentilandia. Un chequeo a tiempo puede evitar tratamientos costosos y, lo más importante, proteger los dientes de tu hijo.

En Dentilandia queremos ver a tu hijo con una sonrisa salubsable

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